Programa de Integración Territorial

Somos lo que sabemos hacer.

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En nuestra localidad las posibilidades de desarrollarnos están basadas en las habilidades de todos sus habitantes.
Todo lo que hagamos para mejorar nuestro saber hacer nos dará el desarrollo continuo que anhelamos en nuestra sociedad.
Parte del proceso de desarrollo se basa en conocer las posibilidades de mejorar la capacidad productiva de todos sus trabajadores.
En muchas oportunidades se escucha hablar sobre la necesidad de generar empleo y su relación con las inversiones que puedan llegar a la localidad. Esta expresión tan común encuentra los límites en la capacidad de encontrar el recurso humano necesario para que las mismas se materialicen.
Cuanto más aislada está una localidad, y más depende para su desarrollo de la mejora continua de sus recursos humanos. Resulta visible que las industrias se establecen en forma radial a los grandes centros urbanos en donde puedan disponer de recursos humanos formados en su cercanía.
Así las inversiones se establecen en los grandes centros urbanos y en escasas oportunidades en aquellos espacios en donde es inevitable su radicación fruto de la existencia en las mismas de recursos naturales que no se encuentran disponibles más que allí.
Es por ello que las pequeñas localidades deben saber a ciencia cierta sobre la calidad de sus recursos humanos. La clave es lograr la máxima ocupación de los recursos humanos.
El paso posterior a tomar conciencia de lo que podemos hacer es buscar las alternativas necesarias para que esto suceda.
De este análisis podremos concluir sobre las necesidades de recursos monetarios para satisfacer el proceso de pleno empleo. Estos recursos monetarios son necesarios para abastecer las necesidades externas de la localidad a los efectos de atender las necesidades de todos los que trabajan en la misma.
Al incorporar a una persona al sistema productivo aparece con ello la necesidad de proveerle a la misma de ciertos bienes y servicios que antes no podía adquirir. Muchos de ellos son parte de la distribución de aquellos que se producen en la localidad y otros que deben se elaboran fuera de ella. Si consideramos que parte de lo que se produce en la localidad requiere de insumos extra territoriales, debemos considerar también la necesidad de recursos monetarios para satisfacer la nueva demanda.
Puede darse que el nuevo puesto de trabajo tenga destino la fabricación de artículos que serán puestos a la venta fuera de la localidad y en este caso se tendrá por asegurado el ingreso monetario que compense las nuevas demandas externas.
Si el caso es incorporar un trabajador a la provisión de bienes o servicios para la comunidad esta debe comprender que se deberá arbitrar los medios para disponer de los recursos adicionales para poder proveer los recursos externos necesarios para atender las necesidades que se generan por esta acción. Si la comunidad tiene excedente de recursos externos deberá destinar parte de ellos para atender nuevas las necesidades de bienes y servicios externos. Si esta no los dispone el conjunto de la sociedad deberá sacrificar parte de su calidad de vida para atender en parte el nuevo escenario que significa incorporar un nuevo trabajador al sistema.